Crónica de la semana de Rubén Vasconcelos Beltrán, 2/Junio/2014
todooaxacaradio.com
2 de junio de 2014
Por: Rubén Vasconcelos Beltrán
Del Congreso del Estado
El martes 27 de mayo del 2014 se realizó la presentación del libro El Canónigo Florencio del Castillo en la sala audiovisual del Congreso Estado, cuya sede se encuentra en el municipio de San Raymundo Jalpan, gracias a la iniciativa de la Junta de Coordinación Política y las comisiones permanente de Cultura, Educación, y Democracia Participativa con la Igualdad de Oportunidades, misma que fue presidida por el Dip. Lic. Alejandro Avilés Álvarez y el presbítero Manuel Benavides Barquero, autor del libro.
La presentación de la obra del maestro Barquero estuvo a cargo del Lic. Saulo Chávez Alvarado quien se ha caracterizado por su interés por investigar los antecedentes históricos del Congreso en el estado, no hace mucho tiempo publicó un documento en el que resume información muy rica y que ahora es de gran utilidad para todos aquellos que tienen algo que ver con la tarea legislativa. Es más, cuando fungió como diputado local presidió las comisiones permanente de Fomento Industrial, Comercial y Artesanal y la Especial para los Festejos del Bicentenario de la Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana y en esta ocasión al dirigirse al público asistente manifestó lo siguiente:
El maestro y presbítero Manuel Benavides Barquero, nació en la parroquia de San Rafael de Heredia, en Costa Rica, es licenciado en historia por la Universidad de su país, y durante muchos años se ha dedicado a investigar sobre la vida y obra de don Florencio del Castillo, hombre particularmente sabio, entregado al estudio de las cosas de su tierra y del mundo porque hay problemas que no se constriñen a un determinado grupo o espacio geográfico sino son parte de la dinámica social, política, financiera, que se vive por una comunidad en el devenir del tiempo.
La obra del maestro Benavides Barquero, dijo, se divide en dos partes, la primera se titula El Canónigo Florencio del Castillo y la segunda, El presbítero Florencio del Castillo, en la primera nos platica sobre la vida de este personaje desde su nacimiento hasta su participación como representante de su patria en las Cortes de Cádiz que se realizaron en 1812 en España el cual salió a la luz en el 2010 y en el segundo contempla todo lo que hizo a partir de su llegada al actual territorio mexicano en 1815 hasta el año de su muerte 1834, y de éste periodo una buena parte la vivió en la ciudad de Oaxaca.
Poco sabemos del presbítero don Florencio del Castillo, quizás los que fueron alumnos del Instituto de Ciencias y Artes del Estado o de la Universidad Autónoma Benito Juárez han oído hablar de él porque su fotografía está en algunas oficinas de la Facultad de Derecho en el edifico de la esquina de Independencia y Macedonio Alcalá, pero cuando ingresé al Instituto de Ciencias y Artes del Estado, en el Paraninfo o salón de actos se encontraban las fotografías de los directores del Instituto desde Fray Francisco de Aparicio que fue el primero hasta el Lic. Ignacio Castro Mantecón que fue el último, misma que se fue enriqueciendo con la de los rectores a partir de la creación de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca en 1955, pero como todos sabemos el Paraninfo fue incendiado por un grupo de vándalos en el 2001 desapareciendo la galería pero en una de las oficinas de la planta baja se encuentran algunas de ellas y en particular la de don Florencio del Castillo.
Lo que se sabe de éste extraordinario personaje es lo que algunos escritores como el Lic. Gustavo Pérez Jiménez publica en su libro la Historia del Instituto de Ciencias y Artes del Estado; en la Monografía del Instituto del maestro Esteban Silva y Escobar, lo que nos dice en su Enciclopedia de Oaxaca el Lic. Manuel Zárate Aquino, y lo escrito en un pequeño folleto publicado por la UABJO en 1971, así como las aportaciones del Lic. Saulo Sánchez quien nos informa que don Florencio nació en Paraíso, Costa Rica, y que fue diputado por su país a las Cortes de Cádiz, en la que se promulgó la primera Constitución que regiría los destinos de los pueblos de habla hispana con lo que se inicia una nueva época pues por primera vez se habla de que la soberanía reside en la nación, la que está obligada a conservar y proteger con leyes justas y sabias la propiedad, la libertad de escribir, imprimir y publicar las ideas con lo que se dio origen a la opinión pública, a la libertad jurídica y la división de poderes, algo novedoso y revolucionario en un mundo en el que por siglos el pueblo se vio sometido a los omnímodos poderes del monarca en turno.
Dada su sabiduría, conocimiento de las normas que hasta entonces regían, de los problemas sociales que nos aquejaban, de los recursos con los que se contaba, de las aspiraciones del pueblo, don Florencio fue designado por don Agustín de Iturbide como Consejero de Estado y miembro del primer Congreso General Nacional mismo que fue desintegrado por él mismo aunque posteriormente al abdicar al Primer Imperio se instala un Supremo Poder ejecutivo que convoca a un Congreso Constituyente que se inicia el 7 de noviembre de 1824 y que da origen a la primera Constitución Política de México y con base en su espíritu y contenido se promueve la correspondiente en Oaxaca con la creación de un Congreso Constituyente, en éste Congreso don Florencio no únicamente fue el presidente del mismo sino el presidente de la Comisión que elaboró el documento por ello se le considera el autor de esta Constitución, además, se debe reconocer su valiosa colaboración en la elaboración del primer Código Civil de Oaxaca y de Latinoamérica, pero también en el medio eclesiástico era muy reconocido pues llegó a ser Chantre de la Catedral y gobernador de la Mitra cargos que desempeñó en forma relevante.
Don Florencio del Castillo fue nombrado por el obispo de Oaxaca para que lo representara en la Junta Eclesiástica convocada por Iturbide para resolver todo lo relacionado con la iglesia en su aspecto económico y social, concesiones que se le habían otorgado a la Corona desde que se le dio el derecho del Patronato Real a España. Además fue catedrático de Derecho Constitucional en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado al abrir éste sus puertas en enero de 1827 llegando a ser su tercer director. Al morir sus restos fueron depositados en una de las capillas del templo de San José, y en 1971 gracias a las gestiones del señor Embajador de Costa Rica en México, se autorizó por el gobierno mexicano la exhumación de los mismos para llevarlos a su tierra natal.
El 26 de octubre de 1971 hubo una ceremonia solemne en el Paraninfo de la Universidad para despedirlos, la cual fue presidida por el Ing. Víctor Bravo Ahuja, secretario de Educación Pública, el Embajador de Costa Rica en México Max Terán, el gobernador del Estado, Lic. Fernando Gómez Sandoval, el Lic. Manuel Zárate Aquino, presidente del Tribunal Superior de Justicia y el rector universitario Dr. Mario Pérez Ramírez, al día siguiente los restos fueron trasladados a San José de Costa Rica, para rendirle los honores correspondientes esto como parte de los festejos de la conmemoración de los 150 años de la firma del Acta de Independencia de Costa Rica el 29 de octubre de 1821.
Adiós a los laureles del Llano
El fin de la semana pasado fui a El Llano y observé que el tronco de dos laureles de la india uno situado en el extremo norte del andador poniente y el otro en el sur estaban completamente secos y llenos de hongos y me dio tristeza porque tuve la oportunidad de admirarlos cuando lucían en todo su esplendor, no tengo idea de cuántos años tendrían, peros sí creo que más de doscientos y pensé que pronto las autoridades del Ayuntamiento los mandarían retirar como sucedió, el lunes 26 de mayo del 2014 se iniciaron los trabajos correspondientes y ahora solo queda en algunos de nosotros el recuerdo de estos bellos ejemplares de la naturaleza que adornaron este paseo único en la ciudad.
Los laureles del Llano crecieron hasta tornarse gigantescos verdaderamente espectaculares de tal forma que no había una persona que nos visitara que no se quedara admirado de su majestuosidad pero el tiempo pasa y todo termina, llegó el día en el que se empezaron a ver secas algunas de sus ramas hasta que tuvieron que podarse pero ya no fue suficiente, pero lo malo no esto, lo malo es que no se hizo desde hace muchos años un esfuerzo, no se sembraron otros que en su momento los sustituyeran y ahora nuestro Llano se ve triste, ya no es el bosque que yo y muchos otros de mi generación vimos y que fue en lo que se inspiró don Ernesto Sheleske aquel gran maestro de la escultura que ideó la elaboración de los leones que se colocaron en las esquinas respondiendo precisamente a la carga arbórea del lugar. Ya no contamos con la sombra fresca que nos daban a los paseantes ya quedan sólo unos cuantos de mediano tamaño y otros muy pequeños a lo mejor en unos veinte años o un poco más los oaxaqueños vuelvan a disfrutar lo que nosotros gozamos en aquellos tiempos idos. Desafortunadamente no serán sólo estos laureles sino árboles de otras especies los que deben ser retirados pues constituyen un peligro sobre todo en estos tiempos de viento, de lluvia, de tempestades.
Por cierto, ya que recordamos a don Ernesto Sheleske éste falleció el 26 de abril de 1952 y una de sus últimas aportaciones fue entregar al director de la Escuela de Bellas Artes del Instituto de Ciencias y Artes del Estado, Lic. Guillermo Rosas Solaegui, una escultura que representa a una mujer que simboliza la Patria y que tiene en su regazo al Gral. Vicente Guerrero. Misma que se encuentra en el patio de la sección de escultura en la misma escuela, esta escultura se la mandó hacer el gobernador Lic. José Innes Dávila en 1914 para que fuese colocada en algún sitio de Cuilapam de Guerrero lo que no fue posible en vista de los acontecimientos políticos que se sucedieron y que culminaron con la muerte del gobernador, pero don Ernesto la conservó hasta diciembre de 1951 cuando decidió obsequiarla a la Escuela de Bellas Artes de la cual era maestro en el arte de la escultura.
