Polisemia: ventaja comercial y desventaja científica del turismo
todooaxacaradio.com
6/noviembre/2014
Mientras que para unos el turismo existe desde que apareció la especie humana, para otros el turismo es un fenómeno bastante reciente. Para los primeros el turismo tiene nada menos que dos millones y medio de años, justo la edad de la especie humana. Para los segundos, el turismo tiene tan solo poco más de medio siglo. Esta es una de las premisas centrales sobre las que versa el análisis titulado Polisemia del Turismo: Ventajas e inconvenientes, realizado por Francisco Muñoz de Escalona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que es el mayor organismo público de investigación de España y el tercero de Europa.
Esta primera idea expuesta por Muñoz de Escalona, refiere ineludiblemente a las propias definiciones de turismo que existen, mismas que existen tantas como académicos que traten del tema y esto a su vez provoca, que no exista consenso para determinar las edades del turismo. El autor retoma a la antropóloga Valene L. Smith que coincide con quienes sostienen que en el Paleolítico ya había turismo, es decir, que, según ella, el turismo tiene unos cuarenta o cincuenta mil años. No es exagerado este cómputo si se compara con los dos millones y medio de años que tendría si creemos a quienes sostienen que el turismo es tan antiguo como la especie humana.
Tiende a confundirse el concepto de turismo con el concepto de viaje, y viaje con desplazamiento. El origen de la palabra turismo, proviene del francés tour que alude a los viajes redondos o de ida y vuelta. En un alarde de generalización como el que practican otros turisperitos, incluye en el turismo incluso los viajes lineales, los únicos que podían hacerse durante el pasado nómada del hombre. Uno de los conceptos de turismo, que gozan de un sentido más amplio es el que propuso el alemán Morgenroth en los años treinta quien lo define de paso como “un proceso cíclico cuya función es la dislocación identitaria y el desplazamiento físico a un espacio ajeno al lugar de residencia o habitual con fines recreativos para una posterior reinserción cumpliendo temporalmente las necesidades psíquicas de evasión, curiosidad y extraordinariedad propias de cualquier forma de ocio”.
Como vemos, el concepto de turismo puede ir desde lo más obvio, el desplazamiento físico de una persona, hasta incluir algo que durante años se dejó de resaltar, que el desplazamiento para ser turístico ha de ser circular y que ha de obedecer a motivos autónomos dejando fuera del concepto los desplazamientos, lineales o circulares por motivos heterónomos.
Dentro de este análisis Francisco Muñoz de Escalona, destaca la interesada exaltación del turismo como una de la grandes ventajas de la polisemia: «El turismo es considerado, además, como la primera industria exportadora del mundo,
como la industria que más empleo genera, como la garantía más sólida de protección de los patrimonios natural y cultural del mundo y, por si todo ello no fuera bastante, como un instrumento para alcanzar la paz entre todos los pueblos del mundo. Lo cierto es que no hay quien dé más. El autor de este trabajo no comulga con tan descomunal exaltación del turismo, en el que ve una clara operación de marketing, nunca la invitación a una callada y honesta tarea de carácter científico.
¿Qué cómo se produce el turismo? Con mercancías que no son turismo, como un automóvil se produce con piezas que no son automóviles. Potencialmente, todos los bienes y servicios existentes son o pueden ser turísticos en la medida en que todos los bienes y servicios son o pueden ser consumidos por los turistas; pero ello es la consecuencia de la polisemia de significados que venimos analizando. La lógica más elemental nos dice que si creemos que todos los productos son (o son susceptibles de) ser turísticos ello equivale a admitir que no existen productos turísticos.
Si el turismo evitara la polisemia que lo caracteriza la presunción de que es la industria más importante del mundo caería por su peso. Y eso se trata de evitar porque es la principal ventaja de la polisemia, la misma que es un inconveniente para el tratamiento científico del turismo.
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Foto: See-ming Lee – Algunos derechos reservados